Colón, 4 de febrero de 1960

Sr. Ventura Luis

Amor mío:

Te saludo en el nombre del Señor y es mi oración te sientas bien, yo bien, gracias a Dios.

Pues sólo puedo hacerte unas líneas para que sepas de mí y para que veas que siempre te quiero y que nunca pierdo las oportunidades para escribirte. No quiero tampoco pagarte con la misma moneda (aunque Estrada me dijo que tú no te enteraste cuando él salio) pero de todas formas yo te perdono, y además no puedo pagar mal por mal, ¿verdad?

Mi amado, ahí te envío con tu jefe un pequeño regalito, pero con mucho amor, Te compré esa camisa porque pienso que te es más útil que otra cosa.

Amor mío, te pido que no sufras por lo que te dije en la carta que te envié a La Lisa, pues ya estoy bien, gracias a Dios.

Si supieras los deseos que tengo de verte y de hablar contigo (aunque yo creo que tú no). No te pongas bravo, que esto es jugando, ¿sabes?

De María no sé nada; creo que vino a casa de los vecinos cercanos de mi casa, pero no llegó a la casa mía. Cuando te escriba con tiempo te hablaré con más claridad de esto. Juanita ya está bien.

Ora mucho por mí, pues yo sé que ahora el diablo va a tratar de luchar conmigo, pues imagínate, mi familia está en esta provincia. Tengo pensado cuando llegue a la iglesia de Matanzas irme para otra iglesia para que mi mamá no venga a verme.

Perdona lo poco que te escribo, pues tú mereces que te escriba mucho más (aunque tú casi nunca me escribes mucho, como me gusta a mí) esto no sé por qué es.

Perdona los borrones y la letra tan mala. ¿Me perdonas, mi amor? Yo sé que sí.

Tu mamá me escribió; ayer recibí la carta. Todos están bien.

Ya pronto no veremos, si Dios quiere, porque nos vamos a encontrar en el camino.

Sin más ahora, recibe todo el cariño de tu novia que te quiere siempre,

Lucía 

Notas: Algunos hermanos te saludan. Saluda a Jorge, Laudoína, Benigno, Maria, y si alguien más esta contigo.

Escríbeme bastante y sin apuro.